La Gigantea
TEATRO FAMILIAR (apto para todo público +5)
Con más de 250 representaciones internacionales, llega por primera vez a Chile La Gigantea, una obra para toda la familia hecha con muñecos en calabaza. Coproducción franco-brasilera-chilena.
TEATRO FAMILIAR (apto para todo público +5)
Con más de 250 representaciones internacionales, llega por primera vez a Chile La Gigantea, una obra para toda la familia hecha con muñecos en calabaza. Coproducción franco-brasilera-chilena.
Tomando como tema central la figura del parricidio, el destacado dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco creó y puso en escena en su país esta pieza inspirada en el legendario mito de Edipo. A partir de ahí, la obra ha recibido reconocimiento e interés internacional por llevarla a escena. Sus versiones en Argentina, España, Alemania, entre otras, han llamado positivamente la atención, y, como en el caso de Chile, otros títulos han contribuido en esa labor (“La ira de Narciso” y “El bramido de Düsseldorf” han sido exhibidas en Chile bajo la dirección del propio Blanco).
Erika se ha subido a un bus con el propósito de viajar a Polonia, mandatada por la aparición de un ángel que le ha encomendado la misión de celebrar la fiesta religiosa de Santa Sofía.
La coproducción con Felipe Hirsch consta de dos etapas.
La coproducción con Felipe Hirsch consta de dos etapas. En la primera se hará una convocatoria a destacados escritores latinoamericanos como los argentinos Samantha Schweblin o Pablo Katchadjian, brasileños como Sergio Santana o María Valeria Rezende, el boliviano Edmundo Paz Sodan, chilenos como Alejandro Zambra, Alejandro Jodorowski o Diamela Eltit. colombianos como Juan Gabriel Vázquez, cubano como Leonardo Padura, dominicano como Junot Díaz, haitiana como Dany Laferriere, mexicano como Juan Villorrio o Yuri Herrera, peruano como Daniel Alarcón, uruguaya como Cristina Peri Rossi y venezolano como Jesús Miguel Soto.
La desobediencia de Marte rescata la relación de dos figuras fundamentales de la historia de la astronomía universal: Tycho Brahe y Johannes Kepler. Ambientada en el 1600 pero con claras referencias actuales, la obra se presenta como un juego de ficción entre dos hombres, quienes tratan de dilucidar qué es lo que realmente deben estudiar para avanzar en sus investigaciones.